Vive la vida.

La vida. Gran concepto. ¿Te das cuenta de todo lo que implica? Familia, amigos, fiestas, sonrisas, lágrimas, nervios, tensiones; un torrente de sensaciones y de experiencias, algunas de ellas buenas, otras no tanto. Horas puntas, copas, tardes interminables estudiando para los finales, besos, caricias. Increíbles jornadas veraniegas, haber aprobado Historia en Junio, aburridos domingos lluviosos, el primer amor, los cates, las peleas con tus padres por la hora de llegada, sacarte el carnet de conducir, las noches en los pubs. Irte de casa, la universidad, ser licenciado en cualquier estúpida carrera, darte un año sabático e irte a Sudamérica a vivir la aventura. Sentar cabeza, tener tu propio hogar. Ver el culebrón de los martes, los frapuccinos de Starbuck's, las Chips Ahoy, ver mil y una veces Titanic y llorar en todas ellas. Despertarte en verano sin saber qué día es, el despertador sonar, los viajes en metro, irse de compras un sábado por la tarde con tus amigas y ver el partido del Madrid por la noche. Gritar al oír la canción de David Guetta, tu preferida, y bailarla hasta que los tacones te hagan heridas. La primera nevada del invierno, el vaho del aliento en la fría mañana al respirar, el escalofrío que te recorre la espalda cada vez que le ves, el rubor de tus mejillas cuando se acerca. Cotillear con tu mejor amiga por teléfono, leer tu novela preferida, la manta eléctrica, tu blusa preferida, salir a cenar un jueves, las depresiones, los bonitos paisajes, viajar por el mundo sin motivo alguno, tararear la canción que más odias pero que se te ha pegado, el maquillaje, conocer gente, conocerle, casarte, tener hijos. Los domingos en misa, las cervezas en el bar de siempre, montarte en tu montaña rusa preferida siete veces seguidas, tirarte al mar de golpe, el chocolate, los brownies, y cualquier cosa que se te pase por la cabeza.
Saltar, reír, gritar, sentir la adrenalina. Pero, ¿sabes lo mejor que puedes hacer en la vida? Vivirla.